Françoise Nielly (Marsella, Francia) entra a su estudio con el cuchillo entre los dientes, con fuerza, furia y armada de colores. La artista francesa se ha currado todas las artes, desde la fotografía, la ilustración digital, la moda y hasta el diseño de color para carrocerías de coches. Las imágenes que crea son impresionante, de una brillantez absoluta. Trazos de pincel grueso en oleos y trabajados con el cuchillo. La riqueza y contraste de colores como explosiva expresión de sus piezas.
Son retratos de sensualidad con especial recreación en labios. Ojos que miran directamente al espectador y que les hacen sumergirse dentro de cada una de sus pinturas y perderse dentro de las cuchilladas de colores brillantes. Según la propia Nielly sus retratos son el reflejo del origen de la fuerza que los rostros de sus modelos y sus personalidades emanan hacia ella. Es acojonante la rudeza de sus rostros cuarteados. Rostros duros, miradas cargadas verdades y colores que muestran la realidad sentimental de los retratados. Las caras humanas funcionan para ella como detonadoras de la imaginación y el proceso de producción artística.
No hay comentarios:
Publicar un comentario