Recuerdo como D-Fish no podía con él. Kobe y Matt Barnes se turnaban para defenderle. Una canasta en los últimos instantes me hizo dar un grito ahogado para no despertar a nadie. Todo Madison, incluido Spike Lee, gritaba LINSANITY. Su camiseta se convirtió en la segunda más vendida de la NBA Store en una semana (Antoni Daimiel de retuiteó y todo).
Días más tarde, y con el gusanillo de ver jugar a Lin, trasnoche de nuevo para ver el partido frente a Raptors. Final empatado y último balón para Knicks. Jose Calderon le da un metro a Jeremy Lin, que hace dos días no lo conocía nadie, pero éste se encarga de ganar el partido en su cara y hacerle recordar para siempre quién es The yellow mamba.
Ahora, esta historia del chico amarillo que no era nadie, que ninguna universidad de la NCAA quiso, que ni siquiera fue drafteado y que un mes se convirtió en estrella mediática mundial, llega al cine en forma de documental:
Linsanity
PD: Yo también sucumbí